Nos reencontramos muchas veces a través de la imagen y la vida nos volvió a unir compartiendo el hogar. Después de habitar tantos espacios, mi casa es tu casa.
- Al fin vivimos juntas!
- Es cierto, acá me quedo.

Con más de 90 años la sensibilidad está a flor de piel. Chocha llora y a mí se me mueve el mundo.
 
Me cuesta pensar la fotografía con una sola imagen... me permito sentir y construir un nuevo relato visual.
Aunque tengamos la esperanza de festejar los 100, cada día me despierto y la observo para ver si respira.
 
Con vos, siempre.
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